top of page
Foto del escritorsimmersomar

Caperucita y el detective - Capítulo 43


Erik y Scarlett salieron del castillo. No podían permanecer un segundo más allí después de la conversación con el principejo.


El detective había logrado calmar su furia, pero sentía que en cualquier momento volvería...y si se descontrolaba... ¡No! ¡Eso no podía pasar! ¡No pasaría!


Ahora tenía una sensación extraña entre la rabia y la satisfacción. Por fin habían podido enfrentarse al principejo. Habían resuelto uno de los casos más grandes de los últimos tiempos... y eso tendría un impacto positivo en muchas cosas... y sería bueno para su futuro con Scarlett, o eso esperaba él.


Ella estaba callada y se veía pensativa y triste. ¿Pero cómo no estarlo? A Erik se le partía el corazón cuando pensaba en Amarantha y suponía que a Caperucita también. ¿Pero qué podrían hacer por ella? Lamentablemente pensaba que nada.

"No has dicho nada de lo horrible y clipeada que me queda la capa...", soltó para aligerar el ambiente


"¡Mejor eso que morirte de frío!", respondió Caperucita con una sonrisa a medias


"Te dije que no hacía falta. Soporto muy bien las bajas temperaturas..."


"Hasta que te enfermes y tenga que cuidar de ti. A saber si mueres de una neumonía..."


"Yo creía que aquí solo moríamos de disentería"

Scarlett rio.


"Deberías ser más agradecido. Te compré la capa para cuidarte", le dijo a Erik con un falso tono dramático


"Ya... es que mis músculos hacen que se vea cortada...", dijo él tan casual


Scarlett volvió a reírse y Erik se sintió satisfecho al verla más alegre...


"La mía también se clipea y no me quejo. Te hacía falta un atuendo de invierno decente, y lo sabes"

Mantuvieron el silencio durante un rato, hasta que Erik la miró.


"Dilo"


"¡¿Qué?!"


"Lo que estás pensando. Dilo... No es normal que estés tan callada"


Scarlett suspiró...

"No sé por dónde empezar... Es que... es que... ¡Es un villano terrible! ¿No te parece? ¡Por La Señora Que Nos Controla! Hasta como villano deja mucho que desear... Aunque eso no quita que sea un asqueroso"


"¿Te esperabas al villano de los libros de aventuras con un gran motivo y una superficialidad profunda, no?", preguntó Erik


"Creo que sí... No sé... tal vez soy demasiado ingenua y parte de mí quería que él tuviera algún tipo de motivo 'real' por sus acciones... No por perdonarle, ni justificarle... sino por..."


"¿Comprenderle, empatizar brevemente?"


"Supongo... pero MUY brevemente... Tal vez por ver si había en él alguna señal de simhumanidad", explicó Scarlett con tristeza

"Aunque sus razones sean banales y pueriles para nosotros, para él eran un mundo, un universo. Y ese, Caperucita, es el tipo de 'villano' que más abunda. Señores privilegiados de una u otra forma, con una confianza exagerada en sí mismos y que buscan destruir al resto cuando las cosas no salen a su manera... Al final del día son atolondrados, estúpidos, furtivos, torpes... y pueden mover al mundo con su privilegio y convertirse en los más peligrosos. Quieren tener poder, pero no para ser libres sino para dominar a otros"


Scarlett solo pudo estar de acuerdo.


"Igualmente creo que sí hay en él algún resto de simhumanidad", siguió Erik. "Y se llama Isabella"

"Supongo que el amor tóxico también es un punto sensible"


"Sobre todo para los que no conocen otro tipo de amor..."


"Estás muy fino y filosófico hoy", bromeó nuestra chica


"Debe ser la capa clipeada que compraste para cuidarme del frío"

"La compré con todo mi amor...", rio Scarlett


"Lo sé"

Harold se puso de pie. Suspiró profundamente y dio un paso adelante...

Pero una vez más se encontró a sí mismo en el suelo...


¡Era un inútil! ¡Un completo inútil! No podía controlar su cuerpo cuando quería ni como quería... Todo le resultaba extraño y tan complejo...

Una voz interrumpió sus lamentos.


"¿Harold, estás bien?"


Era Stella desde el otro lado de la puerta. ¡No podía permitir que lo viera así! ¡Era una vergüenza! ¡Patético! ¡Penoso! Se arrastró como pudo y se metió en la cama y cerró los ojos...

Stella se acercó lentamente hacia él. Apenas habían cruzado palabra desde que... desde que había vuelto... Le dolía ver lo mal que estaba, lo mucho que le costaba hablar, pero le dolía más ver que no parecía querer intentar hablar con ella... Al menos no a solas.

Le dio un beso en la frente y se marchó. Sabía que no estaba dormido, pero no se le ocurría qué más hacer o qué decirle.

Se reunió con Orella en el salón. La había mandado a llamar, con permiso de la Reina, cuando se trasladaron al castillo.


"No puedo más", le dijo entre lágrimas. "Ahora se hace el dormido... no quiere ni verme"

Orella, quien se había enterado de todo por Stella y ya estaba saliendo del asombro inicial, trató de calmar a su amiga. Le dio su mejor sonrisa y dijo:


"Es Harold. Es un niño grande. ¿Te imaginas la vergüenza que tiene que sentir al pensar que era un sapo? Y bueno... a eso súmale lo de William... Yo tendría el trauma del siglo si descubro que Parsimonio me odia secretamente... y más si me convierte en sapo..."

"No sé cómo lidiar con esto... solo quiero irme a casa. No es el Harold de antes y no sé cómo ayudarlo... y tampoco es que se deje"


"Y tú no eres la Stella de antes, pero si algo puedes recuperar de esa Stella es su determinación y lo directa que era. Esa Stella le hubiese dicho claramente que sabe que no está dormido. Si pudo contar lo que pasó esa noche horrible, puede tener una conversación contigo. ¡CONTIGO! ¡Gracias a ti dejó de comer moscas y de saltar, pero no de croar!"

Orella se rio de su propia broma y abrazó a su amiga.


"Dile de mi parte que estaba más guapo siendo sapo"

Stella volvió a la habitación de Harold dispuesta a canalizar a su antiguo "yo". Ese que no se rendía...


"Sé que no estás dormido...", dijo y sonó con menos fuerza de la que esperaba. ¡Por favor... sonaba tan estúpida!

Harold se sentó en el borde de la cama y la miró avergonzado.


"Per..dóna...me", le dijo. Le costaba muchísimo hablar y la mayoría del tiempo tenía que reprimir un croooooack, pero sin demasiado éxito

Stella se sentó a su lado y sonrió.


"Harold, no quiero ser insistente... Sé que no es fácil nada de esto, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti... Solo quiero que estés bien"

"Lo... sé... Yo...", empezó avergonzado. "Me da... vergüenza... que... que me ¡CROOOOACK!... ¡Maldita sea!"


Stella sonrió.


"...que me veas... así... soy un hazmerreír ¡CROOOOACK!"

"¡No digas tonterías! Tú nos sufres de vergüenza... ¿Te acuerdas cuando bailábamos? ¡Eras nefasto! Y aún así no dejabas que eso te detuviera"

"Y... yo todo... este... tiempo pensando que ¡CROOOOACK! que...mis pasos...de... de... baile te... volvían loca"


Ambos sonrieron y el ambiente se hizo más ligero.

Stella volvió a mirarlo y vio su tristeza. Casi no la miraba a la cara...


"Estoy feliz de que estés aquí", le dijo

El Rey aún podía escuchar a la Reina llorar. Se había encerrado en su habitación después de la conversación con William y no quería hablar con nadie.


No quería que estuviera sola, pero ella se negaba a abrir la puerta.


Violet siempre había sido fuerte, pero esto la había destruido y Silfoncio no sabía qué hacer... Sentía que no podía mantenerse en pie...

¡No! Por primera vez sería él quien no se derrumbaría. Su familia estaba rota... Al menos alguien debía mantenerse en una pieza... ¿Pero de qué serviría?

¡No! Seguiría adelante. Tenía que encontrar la manera... Y tenía que intentar salir de dudas...


Lo último que había dicho William le carcomía la cabeza... Tenía que hablar con su hijo... Tenía que saber si era verdad que Harold sí que conocía a Amarantha...

¡Esa pobre muchacha!


La vergüenza volvió a invadirlo... sus hijos... sus hijos le habían hecho daño a esa joven... O al menos uno de ellos. Quería culpar a William, quería llamarle mentiroso una vez más... pero...


Igualmente si Harold admitía haber tenido una aventura con ella... solo sería eso. Él se había enfrentado a ella y la había insultado porque estaba hechizado...


¿Pero por qué engañaría a Stella si supuestamente estaba tan enamorado? ¿Sería por resentimiento por el compromiso con William? Pero eso no había sido culpa de ella...


La cabeza le daba mil vueltas...

Tomó aire y llamó a la puerta de Harold.


La voz de Stella le indicó que pasara.


Se enterneció al verlos juntos, pero a la vez le entró cierta tristeza...

"¿Stella, querida, podría hablar con Harold un momento, por favor?"


"Por supuesto", dijo la joven y salió de la habitación.



44 visualizaciones4 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

4 Comments


Ladynoell
Ladynoell
Apr 10, 2023

Tan corto??? ¿Qué te tengo dicho de los capítulos? No me los cortes así jajajaja

Me da mucha pena Harold y Stella, pero van por el buen camino, y bueno, ya tu sabeh, me quedo con esa furia de Erick...😏

Like
simmersomar
simmersomar
Apr 17, 2023
Replying to

jajaja Es que sigo con el trauma de que tengo que reducirlos porque siempre exagero (lo superaré, creo). Ay... nuestro furri sirenito... a ver cuándo va a desatar esa furia. ¡Gracias por leer, bella!

Like

Marta Perez
Marta Perez
Apr 10, 2023

Hola guapa ♥️ ha sido un capítulo muy calmado pero aún con muchas dudas ...primero Erick todavía sentía esa furia y esa rabia por el principejo que vamos que se lo come ( lo digo porque puede perder el control por su naturaleza ya que sabemos que no es humano..)

Scarlett intentando calmarlo y cuidar de él , ella preocupada por no llevar un buen abrigo de invierno ❤️un gesto amoroso y el que no quiere que se preocupe por el . Luego el pobre Harold intentando ser humano y avergonzado por Stella que no quería hablar con ella ...Stella ha hecho bien en comunicarse con el pues aunque duele o da vergüenza las cosas hay que hablarlas...pero lo que…

Like
simmersomar
simmersomar
Apr 10, 2023
Replying to

¡Hola, corazón! Mil gracias por leer. Yo creo que literal Erik se comería al principejo o al menos lo deja hecho puré jajaja... son las cosas que tiene la furia y perder el control, como bien dices. Él y Scarlett se quieren mucho y ahora que por fin están solos, pueeees... es momento de disfrutar. A ver qué averigua el padre de Harold

Like
Publicar: Blog2_Post
bottom of page