Caperucita y el detective - Capítulo 47

Después de una búsqueda un poco más larga de lo esperado, Erik encontró a Scarlett en el jardín del castillo (bueno, en lo que llamaban la parte "sur" del jardín). Suponía que se había ido detrás de Stella y de Harold, pero no veía ni rastro de ellos...

"Aquí estás", le dijo muy contento y le dio un beso. "Creía que te habías perdido en el laberinto"

"¿Qué laberinto?"

"El de la parte oeste del jardín. Veo que no has estado explorando demasiado..."

"¿Hay un laberinto por aquí? ¡Por la Señora Que Nos Controla! ¡Este castillo es más grande que Glimmerbrook entero!"

El jardín suspiró. Efectivamente había un laberinto, una fuente y un lago más grande por otro lado, pero las parejitas siempre elegían pasear en él y lo tomaban como el escenario perfecto para expresar sus tonterías y cochinadas. ¡Estaba tan harto!

Erik la miró y se dio cuenta de que estaba un poco triste.

"Supongo que hablaste con Harold"

Scarlett asintió y le contó con lujo de detalles todo lo que había presenciado entre él y Stella, y su posterior conversación con Harold.

"Así que en resumen has acusado al heredero al trono de Windenburg de adulterio, usurpación de identidad, chantaje... ¿Me dejo algo?"

"Y de mentiroso...", añadió Scarlett entre la vergüenza y la risa

"Esperemos que para cuando herede se le haya olvidado ese bonito encuentro contigo"

"No sé qué pensar... Quiero creerle, pero..."

"¿Pero qué? No necesitamos más drama, Caperucita. ¿Recuerdas lo que te dije? En esta profesión tenemos que aprender a dejar ir. Llega un punto en el que no podemos hacer nada más...", le dijo Erik un tanto apenado

"Lo sé... Me he apegado demasiado a todo esto..."

"¿Cómo no hacerlo? Dejar ir no implica falta de empatía"

Se sentaron en un banco que estaba rodeado de flores. Scarlett se preguntó cómo es que el jardín mantenía su belleza en pleno invierno... Suponía que sería magia...

Mientras tanto el jardín resoplaba una vez más. Otra escena romántica, otro momento cursi. ¿Por qué no podía ser testigo de asesinatos y traiciones? Solo lo usaban para babosadas...

"Imagino que debes estar intrigadísima por saber quién fue el ganador de No despiertes a la llama", le dijo Erik con una sonrisa

"No podré dormir esta noche si no me entero. ¿Fuiste tú?"

"¡Casi! Pero fue finalmente la Reina quien derrotó a Lord Marranón... y a mí"

"¡¿Lord Marranón?!", Scarlett no pudo evitar reírse

"Creo que le encaja. Que sepas, además, que estoy profundamente ofendido por lo ocurrido durante la cena... Ese baboso adulador, y tú tan encantada...", soltó el detective y no pudo evitar sonreír

"Y yo estoy profundamente ofendida por la forma en la que finalmente has logrado adquirir las famosas palomas de oro. Diría que estamos a mano"

Como respuesta Erik le dio un beso.

"Es solo una decoración más para nuestra nueva casa", le dijo finalmente

"Efectivamente. No voy a dejar que vendas las famosas palomas jamás de los jamases"

"¿Eso quiere decir que quieres quedarte conmigo para siempre?"

"¡Eres un cursi! Para siempre no existe... Mira a Stella y a Harold"

Erik puso los ojos en blanco.

"Stella y Harold aún podrían reconciliarse... Tú y yo, mientras tanto, tenemos bastantes cosas de que hablar. Incluida tu definición de para siempre", le dijo Erik muy seriamente pero con su clásica sonrisa

"Tengo que ir a Villa Magnolia... Y, ahora que los Reyes van a ayudarme con eso, no quiero seguir postergándolo", aclaró Scarlett entre la tristeza y la resignación

"Y yo tengo que ir a Willow Creek", confesó el melenudo

No vamos a negarlo, a nuestra chica le tomó por sorpresa. En menos de un segundo se acumularon montones de pensamientos en su cabeza.

Willow Creek estaba en el camino a Villa Magnolia... ¿Qué iba a hacer Erik ahí? ¿Por qué no se lo había dicho antes? ¿Sería por trabajo? Igual podría ir a verla a Villa Magnolia...

"Recibí", Erik tomó aire. "Recibí esta tarde una carta de mi amigo Farkas..."

"Nunca lo habías mencionado..."

"No por su nombre, pero sí te he hablado de él... ¿Recuerdas cuando te conté sobre mi aldea por allá en el capítulo 12?"

Scarlett lo miró apenada.

"Sí, dijiste que había sido destruida por ladrones y que solo sobrevivieron tres sims... Entiendo que Farkas es uno de ellos..."

Erik volvió a tomar aire. Era un tema del que le costaba muchísimo hablar...

"Sí, Farkas y Kendra. Están...viviendo en Willow Creek y quieren que vaya a verlos...", dijo sin mirarla. Tenía el corazón a mil

"Willow Creek está de camino a Villa Magnolia... Podría ir contigo", sugirió Scarlett un poco nerviosa

"¿Y seguir postergando lo de tu abuela? Acabas de decir que no es lo que quieres"

La rabia que sentía por la mujer la invadió una vez más.

"No quiero ir. No quiero ver a esa vieja desalmada..."

"Scarlett..."

"¡Mi padre, SU hijo, murió y nunca le importó! Sinceramente solo quiero hablar con mi madre... Tiene mucho que decirme, no lo dudo", dijo enfadada

"Lo sé, pero si tu abuela está tan enferma tal vez puedas darle una oportunidad. ¿No crees? Todos nos equivocamos. Yo iré a tu encuentro en cuanto termine mi visita a Farkas y a Kendra", aseguró Erik

"Que te dé absolutamente igual la muerte de tu hijo no es una equivocación. Es no tener corazón", dijo al borde de las lágrimas

Eso despertó la curiosidad del jardín... "¡Vaya, vaya! Un personaje maligno... ¡Qué cuente más la simhumana!"

Erik la abrazó. Le daba tanta tristeza verla así y a la vez se sentía furioso consigo mismo. Le había contado parte de la historia, pero no lo verdaderamente importante. Decidió allí mismo que se lo contaría después de ver a Farkas y a Kendra. Iba a dejarles bien claro a ambos que no quería seguir persiguiendo su infructuosa venganza...

"Por suerte para ella tú sí tienes corazón. No sé qué tan bien o qué tan mal esté. No sé siquiera si mencionará a tu padre, pero dejar que el odio te consuma es como meterte al agua con la barra de energía en rojo y esperar que el otro se ahogue"

Scarlett lo miró y sintió que hablaba por experiencia. Suponía que lo decía por lo ocurrido en su aldea...

"Sé que tienes razón. Sinceramente no sé qué esperar de esa señora... Siento que tengo tantas cosas por 'resolver'... Necesito ver a mi madre"

"Hagamos un plan. Yo a Willow Creek y tú a Villa Magnolia. Iré contigo cuando termine mi visita, que espero sea breve. Nos quedaremos en Villa Magnolia el tiempo que haga falta y luego nos vamos a Glimmerbrook", propuso Erik

"Y pasamos a ver a Pandulfo. Le debo dinero...", le recordó Scarlett

"¡Por supuesto! Y luego...luego volvemos a casa... Aquí en Windenburg"

El jardín se dio cuenta de que el tema de la señora malvada había quedado de lado y volvió a resoplar. Mejor centrarse en sus cosas e ignorar a estos dos todo lo posible.

"¿Y qué hay de tu trabajo?"

"Por si no te habías dado cuenta, Caperucita, no somos ricos pero sí estamos bastante acomodados, gracias a las maldades del principejo. Puedo tomarme un tiempo libre. Y créeme que siempre habrá algún trabajo para mí, para nosotros, en cualquier parte. Siempre hay infieles y cerdos perdidos que hay que encontrar"

Ambos rieron.

"Y más allá de eso", continuó Erik, "me gustaría que conocieras a Felberta, pero eso podemos planearlo más adelante"

"¡Me encantaría! Y bueno... hay otra cosa. Cuando volvamos de Glimmerbrook me gustaría traer a mis ovejas conmigo"

"Blancanieves y Jack Sparrow, por supuesto", le dijo Erik muy contento

"¿Te acuerdas de sus nombres? Te he hablado poco de ellas"

"Me acuerdo de todo lo que me cuentas", aseguró él

"Voy a extrañarte tanto", le dijo sin dejar de mirarlo

"¿Cómo no? ¿Dónde más vas a encontrar a alguien tan guapo y sabio como yo? ¿Y con tan buenos talentos?"

"Creo que siempre tendré la opción de Lord Macarrón", respondió Scarlett entre risas

"¿Ah, sí? ¿Lord Marranón? Bueno, pues, en ese caso no creo que Odelgarde se resista a mis encantos..."

"Es más inteligente que yo. Resistirá", aseguró nuestra chica

"Pues solo puedo desearte suerte en tu nueva vida como posadera", le dijo Erik y puso una falsa cara de drama

"¿Sabes qué es lo más gracioso de todo?", soltó Caperucita. Se había acordado de algo y no podía dejarlo pasar

"¿Más gracioso que ser conocida como la doña Marranón, posadera?"

"En todo caso sería Lady Marra... Macarrón. Pero, no, no es eso. ¿Recuerdas lo que me dijiste en el capítulo 8? ¡Que no pensabas ir conmigo a Villa Magnolia!"

"Eso se lo dije a Carmen. Y técnicamente no estoy yendo contigo a Villa Magnolia. Voy a encontrarte allí. Así que no estoy faltando a mi palabra"

"¡¿Te crees muy listo?!", rio Scarlett

"Lo soy", aseguró el melenudo. "Por cierto, se me olvidaba. El Rey dice que es muy tarde ya para irnos a casa en pantalla de carga. Tenemos una noche gratis en el castillo. ¿Qué te parece?"

"Diría yo que hay que aprovecharla..."

"... y darle buen uso a la cama real. ¿Cierto?"

"Así es", afirmó Scarlett

El jardín suspiró aliviado. Se habían activado sus alarmas cuando escuchó lo de 'Noche gratis en el castillo'. Muchos de los invitados se tomaban grandes libertades y una de ellas era ñiqui ñiquiar en sus premisas. En ese mismo banco donde estaban esos dos, en el puente o contra las mismas estatuas. ¡Era indigno y asqueroso!

Se levantaron del banco y Erik la tomó de las manos.

"Bromas a un lado, quiero que sepas que estoy muy feliz por nosotros y por nuestros planes. ¿Quién diría que un puente roto podría traer tanta alegría?"

"Y unos ladrones, no te olvides"

"¡Claro! ¡Mis cómplices! ¡Cómo olvidarlo!"

Scarlett rio.

"Estoy condenada a que nunca te olvides de eso. ¿Verdad?"

"¡Por supuesto! No es lo mismo decir 'Nos conocimos en una taberna' a 'Nos conocimos cuando intenté salvarla de unos ladrones y me acusó de ser su cómplice'"

"Pues sí que tiene más estilo", admitió nuestra chica

Erik acarició su rostro con dulzura.

"Te quiero mucho", le dijo Scarlett

"Y yo a ti, Caperucita"

Y así fue cómo el jardín sur del castillo de Windenburg presenció en menos de dos horas una ruptura de una relación romántica y la consolidación de otra. Como dijimos, no era extraño a estas situaciones, pues curiosamente a lo largo del tiempo las parejas tenían siempre la necesidad de manifestar sus dramas y emociones entre sus plantas y sus flores.

El jardín no tenía ninguna preferencia en cuanto al drama romántico, más allá de desear que lo dejaran en paz. A veces pensaba en dejarse ir y que crecieran los hierbajos a ver si así finalmente las parejitas de turno se iban con sus babosadas al laberinto del jardín del oeste o a la ridícula y creída fuente del jardín del este...

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el simhumano se separó de la simhumana y dijo:

"Entonces, Caperucita. ¿Cuál es tu definición de 'Para siempre'?"

"No sé... ¿Lo que dure la paciencia? ¿Hacernos viejitos juntos?"

"Interesante", aseguró Erik con tono burlón. "Aunque creo que en nuestro caso será un poco más literal..."

"¿Ah, sí? ¿Y eso por qué? ¡Ilumíname con tu sabiduría!"

"Porque al parecer la Señora Que Nos Controla tiene el envejecimiento apagado"

"¡Ay, qué EA nos libre! ¿Quién quiere vivir para siempre?"

"¡Qué filosófica!"

"¿Ves? Yo también tengo mis momentos"

Se besaron nuevamente y el jardín no pudo hacer más que resoplar. "¡Qué pereza de personas más sosas! ¿Podrían irse ya con sus tonterías a la real cama?"

Seguro que terminarían usándolo para ñiqui ñiquiar... ¡Es que vaya suerte! ¡Siempre igual!

Afortunadamente el par de simhumanos decidieron marcharse entre risas y besos y ridiculeces.

El jardín sur del castillo de Windenburg suspiró aliviado.